Sin duda, la industria de la moda está cambiando (para bien) y el slow fashion es una de las apuestas que no debemos perder de vista, te explicamos en que consiste.
El futuro nos ha alcanzado, y un ejemplo de esto es el slow fashion en la moda. Una tendencia -que ha llegado para quedarse- la cual busca equilibrio y sostenibilidad en los prendas y accesorios diseñados. No está demás mencionarlo, la industria textil y de la moda es la segunda más contaminante en todo el mundo, lo que invita -mejor dicho obliga- a que exista un cambio urgente en los procesos, materiales y comercialización de toda la industria. Sin importar que seas Generación Z, Millennial o X, el slow fashion debe estar bajo tu radar en las próximas compras. .
¿Qué es el slow fashion?
“El slow fashion es un sistema de producción que surge en contracorriente de lo que conocemos como fast fashion. Su origen viene de la tendencia del slow food, buscando resaltar el valor e importancia de la calidad, selección de materiales e insumos con los que se fabrican las prendas; siendo estos sustentables, perdurables y eco-friendly. Además las marcas de moda sustentable buscan la calidad en las prendas, las cuales en su mayoría son atemporales y no siguen las reglas de las tendencias pasajeras. El resultado es una colección exclusiva de slow fashion con pocas piezas (inclusive algunas únicas), elaborada bajo el comercio justo y con una producción no masiva”, nos comenta Cynthia Gómez Ramírez, académica de Diseño de Indumentaria y Moda de la Universidad Iberoamericana.
Las ventajas del slow fashion
Dentro del estilo de vida enfocado en la sostenibilidad, el cual busca hacer un uso justo de los recursos, el slow fashion forma parte de este, ejemplo de esto es el Fashion Pact. Una de sus ventajas es reducir el consumo y ver por productos -prendas, accesorios, etcétera- que perduren mayor tiempo dentro de nuestro clóset.